lunes, 16 de diciembre de 2019

Mentiras sobre el maíz transgénico

Este no es el primer post que hacemos sobre el maíz transgénico. En este post anterior hicimos un primer acercamiento a este transgénico (en concreto el maíz Bt), que posiblemente sea el más famoso, pero no precisamente por cosas positivas. Por desgracia, este transgénico ha sido ampliamente atacado desde distintos puntos, y aunque las falacias dichas contra él se han desmentido, siguen por internet las imágenes y los estudios. En las próximas líneas recopilaremos distintas falacias o engaños contra este alimento para desmentirlos en un esfuerzo de concienciación. Es posible que alguna imagen de la Falacia 3 pueda herir sensibilidades.

Falacia 1: El maíz transgénico supone una amenaza para la supervivencia de la mariposa Monarca.

Corría el verano del año 2000 y en el periódico El Mundo se publicó esta noticia: https://www.elmundo.es/elmundo/2000/08/24/ciencia/967101008.html. En ella se hacía eco de un estudio publicado en la revista Nature que indicaba que las mariposas Monarca alimentadas con polen de maíz transgénico presentaban un menor índice de supervivencia. Esto causó un gran revuelo en Estados Unidos porque este insecto es muy querido. Es de los pocos insectos capaces de realizar migraciones transatlánticas. Sus migraciones son muy conocidas y todo un evento en este país. En otoño (septiembre y octubre) las mariposas monarca de occidente realizan su viaje de migración desde Canadá a la costa de California para pasar el invierno en pequeños bosques de eucalipto y las mariposas Monarca de oriente viajan al centro de México. Lo que se argumentó en este artículo científico fue que el polen transgénico del maíz se depositaba en otras plantas que actúan como alimento de este y de otros insectos no diana, afectando a la biodiversidad de la fauna. Sin embargo, en el año 2002 se concluyó que el polen del maíz transgénico no era perjudicial para las mariposas Monarca.

Falacia 2: existen variedades silvestres de maíz contaminadas por maíz transgénico.

Poco después del incorrecto estudio anterior, más en concreto en 2001, se publicó un estudio en Nature donde se detectó contaminación de variedades silvestres de maíz con secuencias transgénicas. También hay que decir que este estudio fue rebatido en el año 2013 por trabajos posteriores. En su momento el revuelo fue amplio, pero como ya hemos dicho estos resultados se han desmentido por estudios más concienzudos y con mayor capacidad tecnológica (hay una década de diferencia entre ellos en la que la ciencia ha avanzado enormemente). Además, las variedades actuales de maíz transgénico siguen una línea de desarrollo que impide que los “machos” o individuos masculinos, es decir, los productores del polen, sean capaz de producirlo. Esto hace que sólo los individuos femeninos de maíz genéticamente modificado puedan generar frutos, impidiendo la expansión indeseada de polen transgénico por culpa del viento.

Falacia 3: la ingesta de maíz transgénico produce cáncer.

Esta es posiblemente una de las falacias más famosas sobre el maíz genéticamente modificado. En el año 2012, hace no demasiado, el grupo del investigador francés Gilles-Eric Séralini publicó un estudio que actualmente se conoce como “El estudio Séralini”. En este estudio se alimentó a ratones con maíz resistente al herbicida Roundup, maíz transgénico, para averiguar si podía producir cáncer.
Como se ve en la imagen, la propia revista que publicó el artículo (Food and Chemical Toxicology) se retractó de la publicación hecha por este investigador. Es usual que algunos trabajos se refuten a posteriori como ocurrió con los comentados anteriormente. Se realizan más estudios y se obtienen resultados distintos, por lo que se continúa la investigación para esclarecer la verdad. Sin embargo es digno de mención el hecho de que una revista se retracte de un artículo publicado, lo que demuestra la magnitud de lo ocurrido. En este estudio Séralini realizó pruebas sin método científico alguno. En lugar de realizar un seguimiento de dos grupos de ratones normales alimentados de manera distinta (un grupo con el maíz transgénico, otro con maíz natural) Séralini decidió prescindir del grupo control. Esto significa que sólo había ratones alimentados con maíz transgénico, por lo que no hay ningún grupo con el que comparar los resultados. Además, Séralini utilizó una variedad de ratón con mayor propensión al desarrollo de tumores, por lo que imágenes como esta eran las esperadas. 


Por último, comentaros también que los ratones eran alimentados en un régimen de exceso, provocando severas complicaciones en el desarrollo. Para que os hagáis una idea de la proporción, los alimentaron como si a una persona promedio le dieran 30 kilogramos de maíz al día. Este estudio ha sido refutado varias veces por grupos independientes. Esto no ha evitado que se le dé difusión y se haga daño por culpa de la mala prensa a base de mentiras. 






A modo de resumen, recalcar que siempre es más fácil decir una mentira que una verdad, y todavía más fácil que refutarla. Existen muchos mitos sobre los transgénicos que se producen por este tipo de cosas, estudios mal hechos, con una clara finalidad de desprestigio y alarmismo que socavan la confianza del público. Es importante mantenerse informado de los temas, pero como hemos visto, no cualquier canal es válido.

Bibliografía: 

https://panlabtm.blogspot.com/2019/11/maiz-bt.html
https://www.elmundo.es/elmundo/2000/08/24/ciencia/967101008.html
https://www.nature.com/articles/20338
https://es.wikipedia.org/wiki/Danaus_plexippus#Migraci%C3%B3n
https://www.nature.com/articles/35107068
https://www.google.com/url?sa=i&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjn8viKw6nmAhUG0uAKHdzwCNUQjRx6BAgBEAQ&url=https%3A%2F%2Fwww.biotech-gm-food.com%2Fkommentare%2FSeralini-langzeitfuetterungsstudie&psig=AOvVaw2-bH-oEJ79D9ysiKHIF-j-&ust=1576013797722985
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22999595

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