domingo, 5 de enero de 2020

Piensos transgénicos

Hasta ahora, os hemos hablado de varios alimentos transgénicos desde el punto de vista del consumidor humano. Sin embargo, no debemos olvidar que estos alimentos también están destinados a alimentar a los animales: los piensos transgénicos.
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De entre los 3 cultivos modificados genéticamente más cultivados a nivel mundial, el maíz y la soja se utilizan principalmente para la producción de piensos, mientras que del algodón se aprovechan algunas partes para su producción. Esto indica que, realmente, la mayor parte de los alimentos transgénicos en todo el mundo van a parar a alimentación animal.

Resultado de imagen de ganadoLa utilización de piensos transgénicos viene respaldada por el hecho de que cada vez hay más ganado en el mundo, y el crecimiento de este ganado ya supera a la velocidad de producción de varios cultivos. Muchos cultivos transgénicos están hechos para crecer a mayor velocidad y con una producción mayor, por lo que son mucho más rentables que los cultivos tradicionales.


Anteriormente ya os hablamos de cómo la legislación europea era bastante dura a la hora de regular los alimentos transgénicos. Sin embargo, los piensos transgénicos, aún siendo regulados bajo el mismo Reglamento, suelen autorizarse y llevarse al mercado. En Europa, solo el cultivo de maíz MON810 está permitido, por lo que es necesario importar hasta un 60% del pienso transgénico para alimentar al ganado. Esto podría llevar a preguntarnos: ¿no sería más rápido cultivar aquí otras variedades de cultivos transgénicos para alimentar a nuestros animales?
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Para que un pienso transgénico llegue al mercado, primero debe pasar por una evaluación de seguridad, en la cual hay que asegurarse de que el pienso transgénico es seguro para el ganado, ver como este afecta al rendimiento del animal, y asegurarse de que el contenido transgénico no se transfiera ni a carne, ni a leche ni a huevos.

Este último punto es propenso a generar controversia y alarmismo. Sin embargo, hay que recordar que los transgénicos, al fin y al cabo, son organismos a los que se les ha insertado un gen de otra especie, el cual producirá una proteína de otra especie. Cuando el animal ingiere el alimento transgénico, este va a parar a su estómago, donde las proteínas que este pudiese contener son digeridas por las pepsinas. Por otro lado, no existen estudios que impliquen que el ADN se absorba en el tracto gastrointestinal y, posteriormente, se inserte en el ADN del propio animal.

En conclusión, los piensos transgénicos han demostrado ser necesarios para continuar alimentando a la creciente población de ganado a nivel mundial, por lo que el desarrollo de nuevas variedades que aumenten la producción y evaluaciones de seguridad efectivas debe continuar.

BIBLIOGRAFÍA

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