lunes, 30 de diciembre de 2019

Naranjos transgénicos

Los cítricos como la naranja constituyen los árboles frutales más importantes y los que más se cultivan en el mundo, especialmente en España. Esto es así porque las naranjas contienen gran cantidad de sustancias funcionales muy beneficiosas para el metabolismo, destacando los antioxidantes como los carotenoides, flavonoides, polifenoles y vitamina C, que reducen el riesgo de enfermedades crónicas. 

Los problemas del cultivo de estos cítricos son su extenso tiempo de etapa vegetativa (no produce frutos), que puede durar de cuatro a doce años, y la aparición de ciertas enfermedades bacterianas, como el enverdecimiento o la cancrosis, que reducen su producción. No obstante, gracias a la Ingeniería Genética se ha conseguido producir cultivos capaces de resistir estas enfermedades y cuyos tiempos de floración son inferiores. 

Naranjos transgénicos resistentes a enfermedades

Los investigadores de la Universidad de Florida han desarrollado árboles de cítricos transgénicos resistentes a la enfermedad Huanglongbing, greening o enverdecimiento, que está causada por la bacteria Candidatus liberibacter asiaticus y es transmitida por el psílido asiático de los cítricos. Para ello, se incorporó un gen aislado de la planta modelo Arabidopsis thaliana (NPR1) a cultivares de naranja dulce. 


El resultado fue que estos árboles se mantuvieron libre de la enfermedad, incluso 36 meses después de ser plantados. 

La naranja dorada

Este proyecto fue desarrollado por tres grupos de investigación en España, concretamente en Valencia: Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) y la empresa Biópolis. Estos grupos de investigación han obtenido naranjas que producen frutos en un menor tiempo y con una mayor concentración de β-caroteno en la pulpa (color amarillo intenso), precursor de la vitamina A. 

Para conseguirlo, los investigadores han transformado semillas de naranja para bloquear la expresión de un gen propio que codifica la β-caroteno hidroxilasa. Este enzima se encarga de convertir el β-caroteno en otras xantofilas con menor importancia nutricional, por lo que si se bloquea su expresión se acumulará β-caroteno en el fruto. Como resultado de esto también puede observarse que los frutos adquieren una tonalidad más intensa, ya que las moléculas como el β-caroteno proporcionan el color rojizo-anaranjado en las plantas. 


Al mismo tiempo, se ha sobreexpresado el gen CsFT (Flowering Locus T), encargado de la regulación de la transición hacia la floración y la formación de frutos. El producto de este gen actuaría como una “hormona” vegetal que controla el paso del crecimiento vegetativo al de floración, ya que cuando se acumula en una cierta cantidad provoca la formación de flores. Si nosotros lo obligamos a expresarse en grandes cantidades en los naranjos, estos darán frutos más tempranamente y los beneficios del cultivo serán mayores. 


El efecto antioxidante de las naranjas doradas ha sido comparado junto con otras variedades de naranjas en gusanos y se ha comprobado que proporcionan un 20% más de efecto. La mayor concentración de β-caroteno y el menor tiempo de obtención de frutos hacen de este transgénico una herramienta de mucha utilidad para combatir los efectos del estrés oxidativo que sufre nuestro organismo y que se ve agravado por la carencia de carotenos en la dieta, sobre todo en los países menos desarrollados que no tienen acceso a nutrientes de este tipo. 

Alternativas europeas ingeniosas

No hay que perder de vista que la legislación europea no aprueba la comercialización de este tipo de cultivos para alimentación humana. No obstante, algunos agricultores se han aprovechado de los efectos de estos transgénicos para reducir considerablemente el tiempo hasta la producción de frutos de los naranjos convencionales. Han plantado y dejado crecer las variedades transgénicas pero los frutos se obtienen a partir de injertos de variedades no transgénicas que se han implantado sobre su tronco. Lo que sucede es que la hormona sobreexpresada en la raíz del árbol transgénico se transporta hacia las ramas injertadas y acelera su producción de frutos. Dado que los frutos crecen en ramas de naranjos no transgénicos, su venta es totalmente legal. En otros países como Brasil o Estados unidos no es necesario realizar tanta parafernalia ya que su venta y consumo está aprobada. 

Bibliografía

No hay comentarios:

Publicar un comentario